Sus 3,8 kilos de peso permiten levantarla con un solo dedo, aunque tanta ligereza tiene una contraprestación: la menor tracción de las ruedas delanteras, lo que dificulta bastante los giros. Se puede utilizar desde el nacimiento del bebé ya que cuenta con reclinación total del asiento, así como con el sistema de seguridad integrado para recién nacidos Newborn Safety System. Además, dispone de dos paneles de ventilación laterales que proporcionan una buena circulación de aire para mantener a tu hijo cómodo cuando hace calor.
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Para ayudaros a elegir la mejor, hemos realizado un análisis exhaustivo para saber cuál es la mejor silla de paseo, qué opciones son interesantes en relación calidad – precio o la más sencilla de transportar, entre otras. Nos gusta especialmente porque es plegable, dispone de manillar ajustable para más comodidad, es reclinable y cuenta con arnés ajustables de 5 puntos. Resultados: cómoda para el niño, reclinable más de 150º; maniobrable, con frenos de calidad; el arnés y el respaldo son sencillos de ajustar, lo mismo que el plegado y la apertura. Eso sí, debería usarse con funda en verano y saco cubrepiés en invierno con el fin de evitar manchas, porque la tapicería es difícil de limpiar. Con una sola mano lo tendrás doblado y puedes bloquearlo para que no se abra inesperadamente, ya que se aguanta de pie plegada. Las delanteras se pueden poner en modo giratorio o bloqueado, y tiene un freno de mano que actúa en ambos lados.
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En este caso comprar una silla de segunda mano puede ser una opción no solo más sostenible desde el punto de vista medioambiental, sino también interesante desde el punto de vista económico. Por ejemplo: ¿está en tus planes tener otro bebé más o menos pronto? Si ya sabes que sí es posible que no te importe gastarte ahora un poco más, porque será una silla que amortices doblemente, y querrás que esté en perfecto estado cuando llegue tu segundo bebé. El respaldo debe contar con varias posiciones para que puedas abatirlo más o menos según consideres conveniente, dependiendo de la edad de tu hijo, del tiempo que lleve sentado (quizá quieras reclinarlo más para que descanse, hasta una posición casi horizontal, o menos para que interactúe más). Aspectos como las dimensiones de la silla de paseo y de tu maletero, tus costumbres a la hora de desplazarte, si viajas en avión, el clima o el tipo de terreno de tu zona son fundamentales a la hora de escoger una silla para tu bebé. Lo normal es que la estés manejando con las dos manos, pero deberías poder hacerlo con una también, por si te ves en una situación apurada; entonces te acordarás de lo importante que es haber elegido una silla ligera y, además, con manillar horizontal. Generalmente, las sillas de paseo son más cómodas de llevar y guardar, pero no ofrecen todo el confort que puede tener un cochecito, sobre todo para cuando los bebés se quedan dormidos.